Ver, escuchar y compartir la euforia de la juventud sónica fue una experiencia memorable. El ruido, la vieja excitación alternativa, las inmortales ganas de gritar y convertirnos en 'riffs', se hicieron presentes en Guadalajara cuando los integrantes de Sonic Youth se apearon de su transporte aéreo para demostrar que muchas cosas mueren, excepto el espíritu mancebo del so-called rock.
Fue una buena noche, sin duda.
Son una buena banda, sin duda. Una de las mejores de su liga, y de todas las ligas. Se hiceron presentes así temas como Teenage riot (glorioso cierre antes de un 'noisy jamming' de cerca de diez minutos) y Little trouble girl. Se hizo presente el ruido que es, hoy por hoy, la raiz del movimiento indie.
Aplausos, aplausos, gritos, chiflidos, aplausos... Y un doble encore para cerrar una experiencia vitaminada en todos los aspectos. Quiero más juventud.
Escuchando a Béla Fleck and the Flecktones / The hidden land (álbum)
1 comentario:
Hola, a veces es bueno empezar saludando.
Si tenía abandonado mi blog, aún más tenía abandonado el tuyo.
Veo que han pasado cosillas... me alegro al menos poder ponerme un poco al día, aunque hace tiempo que no actualizas.
Quiero ser yo la que te llama y sentarme a ver peliculas viejas contigo en tu cuarto de Harry Potter, aunque ya no sea el mismo.
Roboto me sigue gustando. Perdi mi oportunidad de ver a Roger Water pero ahora espero a Placebo.
Ya vendrán otras oportunidades, ya lo veras.
Te quiero mucho.
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